domingo, 8 de junio de 2008
Joe Fernández: “Para mi es muy romántico armar una canción… significa quererla, cuidarla, mimarla y llevarla de a poco”
Por Marshula Santa Eulalia
Se autodefine como un rockero de ley, pero rompe con todos los estereotipos estandarizados y se muestra como un tipo sensible y simple.
Se destaca por tener un carisma impactante, una presencia distinguida y una actitud desinhibida y arrolladora.
Conquistó el mercado estadounidense con su primer trabajo Formas, un disco original y merecedor de las más excelentes críticas.
A días del lanzamiento de Aire, Joe Fernández nos adelanta su nuevo material y nos habla de su verdadero amor… la música.
Ya esta por salir tu segundo disco… ¿cómo te sentís con este nuevo trabajo?
Estoy en un gran momento. Aire, trae nueve temas y sale ahora en junio por Pop Art que es el sello que también sacó mi primer disco. La compañía me esta apoyando mucho, ya tocamos tres años en el Pepsi Music, este año volvemos a tocar, vamos a presentar el disco en la Trastienda y en julio empezamos una gira por Estados Unidos.
¿Cómo definís este nuevo material?
Es un disco mucho más fresco porque es lo que me pasó entre el 2006, que salió el primer disco y ahora. Son canciones de vivencias de estos años, es más rockero a diferencia del primero que como todo primer disco trae el bagaje de toda tu historia, aprovechas a meter canciones que escribiste a lo largo de tu vida. El disco es un lugar de descarga emotiva de un montón de cosas… escribo mucho en base a situaciones y a cosas que me pasan.
No haces temas por encargue…
¡No! Me cuesta mucho. No comparto eso que por ahí tienen los artistas de decir: “escribí 45 temas, grabamos 20 y quedaron 12”. Esa cosa de hacer temas tipo chorizo no me sale. Yo escribo 12 canciones y son las que van al disco... cada canción es como un vino, hay que esperar, dejarlo macerar, ver como va la botella. Las canciones son iguales, empezas a hacerlas, las dejas, las volves a agarrar y la canción te termina atrapando… esa es la magia de la música. Por ahí estas un día entero tocando la guitarra y decís quiero componer, podes pasar días tocando y no pasa nada, hasta que un día te baja la inspiración y tenes el esqueleto, después es empezar a vestirla, el sombrerito, el zapato, el suéter, te preguntas si le queda bien, si le queda chico o grande… y ahí se va formando la canción. Para mi es muy romántico armar una canción, significa quererla, cuidarla, mimarla y llevarla de a poco. Me genera mucho rechazo escuchar eso de: “teníamos 50 temas y quedaron 12”.
Tu música llegó a hacerse muy popular en Estados Unidos… ¿Cómo lograste eso?
Eso fue por una radio latina de Estados Unidos, el tipo escuchó mis canciones y me pidió que le mande discos de acá, se los mandé. El corte del primer disco se llama “ya no me interesa” y el estribillo dice: “porque ya no me interesa, no te quiero conocer, solo quiero una noche en este hotel…” y la gente hispana, que vive en Estados Unidos, es súper conservadora. Venían escuchando a Ricardo Montaner, Alejandro Lerner… y esa filosofía de: “te amo para toda la vida y quiero estar contigo hasta que la muerte nos separe”… fue muy fuerte que apareciera yo cantando ese tema, para ellos era una locura (risas). De todas formas el tema habla de un pibe que esta cansado de sufrir buscando el amor.
¿Te acordas de como fue tu primer show allá?
El primero fue un acústico en un bar de Nueva Jersey. Había muchos americanos, tocó una banda de Los Ángeles y después subí yo que tengo un ingles muy básico… quise caretearla un poco al principio presentándome en ingles y después empecé a hablar en español. Acá cuando vienen esos artistas te hablan en ingles y no les entendes nada… (Risas) entonces hable en castellano, cante en castellano y fue increíble estar tocando allá. La gente estaba muy enganchada.
Este segundo disco también lo vas a editar allá…
¡Sí! En Los Ángeles apareció un productor que me propuso editarlo allá. Me presenté en un lugar que era un escenario símil película de Tarantino, los mexicanos con tatuajes tumberos jugando al pool y el flaco, desubicado total, me presentó como el Bruce Springsteen argentino… todos miraron como diciendo “a ver boludo como cantas… ¡más vale que la rompas!”, es como si acá viene uno y lo presentan como el Maradona de Portugal… (Risas). Ahí me disfrace de rockero con cara de malo y actitud de “no me importa nada”, salimos a matar y fue genial. Son esas experiencias maravillosas con las que decís: “para eso hago música”.
También pasaste por varias bandas…
Sí, las típicas de la edad. Una duró seis años aproximadamente, se llamó Cien mentiras en homenaje al tema de Sabina. Hacíamos rock, era guitarrista nada más y metía algunos coros. El cantante era un petiso bravo que no me dejaba cantar y me hacia poner en la otra punta del escenario porque decía que por las diferencias de altura quedaba mal.
No quería que le serruches el piso…
¡Claro! En realidad yo quería serrucharle el piso a él pero no me dejaba… (Risas). Es genial haber arrancado a esa edad y saber todo lo que te puede llegar a pasar en un recital… por ejemplo una vez tocamos en un lugar y se nos cayó el escenario. Se levantaban los tablones mientras estábamos tocando, cuando me doy cuenta, voy y piso para nivelar... me quedé media hora parado para que no nos vengamos abajo y en un momento me olvidé, levanto el pie y caímos… ¡fue muy gracioso! (Risas).
Después armé una banda de funk, Mother funker and the sons of the beat… era mas copado el nombre que la banda. Eso hizo que me empiece a copar con hacer mis temas. Me junté con Ezequiel Araujo, productor que laburó con Birabent, Leo García, Intoxicados… le mostré mis canciones y le gustaron mucho. Después le llevé mis temas a Zeta Bosio, los escuchó a todos y me guió un poco… estábamos por cerrar algo con el y apareció Pop Art… Zeta me dijo: “Pop Art es mucho más groso que yo, sacalo con ellos y dale para adelante”… ¡Un divino! Es el día de hoy que lo veo y me dice: “¡yo te descubrí eh!”
¿Empezaste de purrete con la música?
Sí. Un día, en el Renault 12 de mi mamá, escuché un disco de Stevie Ray Vaughan, me mató el sonido de la guitarra y la intensidad con la que tocaba, ahí empecé a estudiar guitarra. Iba a un colegio de curas, al Manuel Belgrano y armé una banda para tocar en las misas, a los curas les pareció copado porque era un colegio solo de hombres y nadie quería saber nada con las misas a las siete y media de la mañana. Con la banda los pibes estaban re copados y era re loco que una banda de rock cantara: “Jesús te seguiré, donde me lleves iré…” ¡era buenísimo! (Risas)… pero duró solo unas cuatro misas porque ya los pibes estaban como locos con el rock and roll a full. Ahí empecé a ver como la gente se transformaba con la música.
Tenes historias increíbles… ¿alguna que te haya pasado hace poco?
Una anécdota muy linda fue hace dos meses en Bolivia. Siempre nos juntamos un par de músicos, actores, humoristas y periodistas a jugar al fútbol, armamos un equipo… están Luciano Pereyra, Diego Torres, Federico D’ Elia, Carna, Matías Camisani, Daniel Tognetti, Luis Majul… ¡somos un montón! Y nos convocaron para ir a jugar un partido a beneficio, jugábamos contra Evo Morales y el seleccionado de Bolivia. Nos anotamos algunos y nos dicen: “hay un 3% de posibilidades de que venga Maradona”... casi morimos, llegamos a Ezeiza, ya diciendo que Maradona no iba a venir ni ahí. Cuando estábamos todos arriba del avión, aparece una combi y baja el gordo ¡No lo podía creer! Paramos en el mismo hotel y jugamos ante 40 mil personas. Hicieron una cena de agasajo, tocó Jaime Torres ¡un grande! Y después el entrenador me dice: “Joe subí y toca algo” yo estaba que me moría… acababa de tocar Jaime Torres… me dio terror, eran 100 flacos y yo con la guitarrita… en la introducción les digo: “bueno yo estoy más acostumbrado a cantarle a las chicas que a los chicos... no quiero propuestas indecentes después de esto” parecía un sketch cómico… empecé a cantar, se empezaron a copar y en un momento lo veo a Diego revoleando la servilleta súper copado! ¡No lo podía creer, fue un momento increíble!
¿Cómo es la relación con tus seguidores?
Tengo un respeto muy importante por la gente que me viene a ver. Cuando voy a tocar a algún lugar, lo primero que hago es ir a ver todo antes para saber que la gente va a estar cómoda. Me gusta empezar puntual, no me va eso de decir: “salgo más tarde porque soy rockero”, ensayo mucho, veo los temas, si toco viernes y sábado trato de no repetir las listas y haya cosas diferentes. Con la gente me empiezan a pasar cosas que me emocionan mucho, el otro día me contaron que una chica que se paró a esperar el 113 con un ipod cantando mis temas ¡eso me mató!.. yo no soy Diego Torres. El año pasado vino una chica a mostrarme un tatuaje con una frase de una de mis canciones, me contó que había pasado por un momento muy difícil en su vida y que la había ayudado mucho escuchar un tema mío ¡Esa es la mejor paga que te da la música! Que cada uno adopte la canción para si mismo y haga de ella lo que quiera… soy un agradecido de la música.
www.joefernandez.com.ar
www.myspace.com/joefmusic
Colaboración: Lula Ponce.-