domingo, 29 de junio de 2008

Niko Villano: “Cada show lo tomamos con el mismo espíritu amateur de una banda under y a la vez como si fuese el último recital”


Los Villanos nacieron en el corazón de Villa Celina en 1994. Estos “malhechores” jamás sospecharon que terminarían por convertirse en estrellas del rock nacional.
Actualmente se encuentran completamente consolidados en el mercado musical y preparando su nuevo trabajo Acusticosas, el cual promete ser un original repaso de toda su trayectoria.
En todo su material discográfico se aprecia un exquisito mix te estilos musicales ensamblados casi de modo artesanal, dotados de una buena dosis de power rockero.-
Carajo-mierda se pone su remera a rayas para presentar al líder de la banda, el excéntrico Niko Villano.-


Por Marshula Santa Eulalia

¿En que andan los Villanos?
Estamos en un proceso creativo, a punto de editar un acústico en vivo que se va a llamar Acusticosas y va a ser un repaso de toda nuestra carrera; también estamos haciendo temas nuevos para el próximo disco.
Acusticosas lo grabamos en el N/D Ateneo con instrumentos raros como bandolina, violines, piano de cola entre otros. Algunos temas fueron medio reversionados y otros totalmente cambiados de onda. Creo que sale a fin de año y va a salir en dos tomos.
También estamos componiendo para el otro disco que viene después de Acusticosas en este, van a ser todos temas nuevos y la onda va a ser de rock and roll cabeza como éramos al principio, una mezcla de Sacate todo y Superpoderosos. Nos gusta mutar de disco a disco e ir sorprendiendo.

Contacto es sin dudas un disco homogéneo y muy diferente al resto de los de la banda, ¿vos cómo lo definís?
¡Sí! es un disco distinto, es un concepto para nosotros. Queríamos reflejar lo que esta pasando alrededor nuestro, una generación muy ciber y es como que los temas de ese disco se fueron eligiendo solos. Los temas se conectan unos con otros y a diferencia de nuestros discos anteriores, es raro, porque todos hablan de la misma cosa.

Es el segundo disco que sacan con Warner…
Sí, es el segundo. Pero Acusticosas no lo sacamos con Warner. Con este disco (Contacto) decidimos de ambas partes no renovar, así que estamos libres. Vamos a sacarlo por Villanos Records (risas) no sé como se llamará, Cabeza Records o Lima Records… alguno de esos (risas). Volvemos a lo de siempre: ser independientes. Antes estuvimos en compañías pero semiindependientes, con Warner fueron cinco años y ahora estamos de vuelta solitarios.

En el 2000, después de una crisis con la discográfica, pasaron cuatro años sin grabar… ¿cómo vivieron ese momento?
¡En el 2000 explotó el país! (risas) ¡terrible! A nosotros nos agarro con un disco a punto de salir, que finalmente nunca lo sacamos. Fue bastante jodido, tuvimos unos años de refundación de la banda y sacamos en el 2004 Villanos al poder. Durante todo ese tiempo nos decían los milagrosos porque llevábamos gente y seguíamos tocando. Estar tanto tiempo sin sacar un disco fue un suicidio artístico para nosotros.

Contanos de los comienzos de la banda ¿Cómo nacieron los Villanos?
En el ‘94 en la portería de un edificio en Villa Celina. Empezamos ahí y siempre nos decían: “a ver cuando salen esos villeros de ahí”. Y de la palabra villeros y Villa Celina, se formó villanos. Empezamos haciendo covers de rock and roll, después empecé a componer y ya teníamos nuestros propios temas. Todo esto lo empezamos como un hobby, no teníamos ni idea de que íbamos a terminar dedicándonos a esto.

Hoy ya consolidados en el mercado musical ¿Cómo viven cada show?Cada show lo tomamos con el mismo espíritu amateur de una banda under y a la vez como si fuese el último recital. A veces tenemos que hacer dos fechas en un día y preferimos evitarlo porque queremos encarar todos con la misma energía. Tratábamos de en cada recital hacer cosas distintas, nos gusta improvisar y reinventarnos. Tratamos de que el show este arriba del escenario y no abajo.
Muchos por ahí se la creen un poco, hay que tener los pies sobre la tierra, el mejor ejemplo es al bajar del escenario porque arriba tener las caritas, los aplausos y todas esas cosas y cuando bajas del escenario muchas veces estas solo.

Los Villanos no son una banda encasillable en un único estilo musical… son una banda muy original
Empezamos como una banda de rock and roll y a eso le fuimos aportando cosas, hay discos que son más directos como Sacate todo o Contacto, hay otros que son más volados como Superpoderosos y no disparen. Uno puede ser original mezclando muchas de tus influencias en nuestro caso desde Nirvana, Ramones, The Police, Rolling Stones, U2… en el rock ya esta casi todo inventado y fusionando cosas distintas se puede hacer de todo. Siempre tratamos de ser originales ya sea desde hacer videos raros, buscar una forma de vestirnos y peinarnos propia, hasta mezclar estilos musicales. La originalidad siempre estuvo en nuestra meta y sobre todo la apertura mental respecto a las peleas entre bandas o estilos musicales, esa rivalidad no nos gusta para nada, es muy facho todo eso.

Para que una banda sea un éxito es elemental que se lleven bien ¿Cómo manejan la convivencia?
La relación entre nosotros es muy mala, muy pero muy mala, no da para más! (Risas). No, nosotros somos expertos en hacernos los boludos para zafarlas cuando algo no pinta bien. Tratamos de no generar conflictos, de evitarlos. Nos llevamos muy bien, nos complementamos y ahora que volvimos a ser cuarteto estamos más juntos que nunca.


Colaboración: Lula Ponce.-

lunes, 16 de junio de 2008

Laura Azcurra: “Vivimos preocupándonos en dos tiempos que están muertos… el pasado y el futuro”


Nació y se crió muy cerca de la magia de la actuación y los escenarios. Estudió todas las ramas de la actuación, canto y baile, entre otras disciplinas. Su debut actoral fue tan solo a los 16 años en un clásico del cine nacional, Despabílate amor.
Se define como una anfitriona de la vida, inquieta y curiosa de todo lo que le sume experiencia.
Todos los viernes interpreta a la Señorita Julia en el teatro Del Nudo junto a Carlos Kaspar y Maia Francia. Carajo-Mierda recibe a Laura Azcurra (27).


Por: Marshula Santa Eulalia

Estas haciendo Señorita Julia, una historia muy difícil de contar…
¡Es una obra re difícil! Tiene una muy sabia adaptación al Buenos Aires de 1957, eso la hace mucho más nuestra, porque sino quedaba en Estocolmo de 1888. Es una tragedia que empieza de una manera y termina de otra completamente opuesta. Transita todas las emociones habidas y por haber, eso la hace muy compleja.
Para una actriz es un laburo alucinante poder interpretarla, porque requiere de mucha concentración y mucho juego… creo que hoy por hoy una señorita Julia podría ser Paris Hilton.
Con esta obra estamos desde enero en el teatro Del Nudo y en julio nos mudamos al Belisario que es el teatro de Marcelo Savignone y ahí vamos a ir los sábados a las 21. Es verdaderamente una historia muy complicada…

Y más difícil aún porque venias de hacer monólogos de humor…
¡Claro! Eso era otra cosa. Cuando lo hacia en paralelo, me parecía fascinante tener por un lado todo el drama de Señorita Julia y por el otro De hombres, mujeres y clichés, una gran comedia… ¡me gusta eso! Me resulta mucho más divertido que la situación de hacer algo que ya más o menos conozco, siempre representa un desafío más interesante ahondar en cosas que no se muy bien de que se tratan.
En septiembre volvemos a hacer De hombres, mujeres y clichés.

¡Estudiaste de todo! Todas las ramas de la actuación, canto, baile… ¿Qué fue lo que más te ayudó en la carrera?
Disfrute de hacer todas esas cosas. La llave mágica fue la improvisación, la clave para el resto de las ramas teatrales. Me conectó con un juego, un nivel de impunidad y de creatividad que nunca había sentido estudiando teatro clásico. La improvisación es un nivel de exposición total, una entrega al cosmos absoluta, no existe nada de donde agarrarte, es el estado más puro que tiene el teatro… no hay dirección, vestuario, texto ni historia, montón de cosas que un actor requiere para encarnar un personaje. Todo lo tenes que crear, desarrollar y verlo claramente para que el espectador también lo vea. Tiene mucha técnica atrás, mi experiencia con el grupo Impronta fue genial, un laburo muy profundo y que me ayudó a vencer muchas limitaciones.

¿Y el flamenco? ¿Qué fue lo que te llevo a tomar clases?
Empecé a estudiarlo por curiosidad, cuando empezamos a grabar Campeones en 1998. Me gustaba la idea de bailar haciendo música, venia de tomar dos años de clase de tap y me parecía muy feliz el tap… y como yo soy muy feliz de la vida era como empalagoso ¡basta de felicidad! (Risas) El flamenco siempre me pareció muy teatral, tiene mucha profundidad…

Y pudiste volcarlo en los personajes que interpretaste en Soy gitano y Floricienta…
¡Sí! Eso fue genial y estuvo buenísimo, después también hice mis espectáculos de flamenco, además bailo mucho con mis primos payos. Pero el ambiente del flamenco es muy cerrado y ortodoxo… siento que tenemos que encontrar un flamenco nuestro, autóctono. Yo no puedo bailar como una gitana porque no lo soy, no nací en Andalucía y hay un montón de imágenes andaluzas, que puedo tener de los viajes que tengo a España pero no porque nací ahí. Es lo mismo que le pasa a un japonés bailando tango… puede bailar súper bien pero hay imágenes, sabores, colores que son de Buenos Aires y no los va a tener. Esas son pequeñas cosas que te construyen y te inspiran un baile. Me costó mucho tiempo entenderlo. Creo que por más que sea una danza con mucha raza y mucha etnia, inevitablemente hay que hacerle una adaptación porque es la mejor manera que hay para mostrar tradiciones.


En otro orden de cosas, fuiste mamá primeriza recientemente… ¿Cómo fue adaptarte a la maternidad?
¡Lo disfruté! No se nada de bebes así que aprendí todo con él. Voy siguiendo la intuición, estoy muy sola en la maternidad porque ni mis amigas ni en mi familia tienen hijos, entonces es un lugar de mucha soledad… que lo voy llevando como puedo.

Y en el amor, ¿Cómo esta el corazón de Laura?
¡Eso siempre esta bien! (Risas) Y más ahora teniendo el gran hombre de mi vida que es Marco Rossi, ya no me siento más sola, se que ahí voy a tener un gran compañero, obviamente salvando las distancias de lo que es la pareja de uno… pero sé que soy una compañera para Marco y él para mí y estamos en este camino juntos transitando, aprendiendo y viviendo la vida.

¿Qué cosas tiene que tener un hombre para atraerte?
Me atrae mucho que sean apasionados, el humor, la creatividad, su inteligencia. He tenido muchos novios muy inteligentes, por ahí no eran guapos pero eran tan inteligentes que me mataban de amor. Me atrae la independencia y libertad, es vital que el hombre con el que estoy tenga un mundo propio fuerte y formado, porque yo lo tengo. Creo que es una cualidad vital que tenga su mundo, yo el mío y encontrarnos para compartirlos… eso es maravilloso.

Nos enteramos que además de todo lo que haces ¡también estudias metafísica! ¿Cómo es eso?
Empecé en el año 2003 porque necesitaba encontrar respuestas que sola no encontraba y que el psicoanálisis tampoco me ayudaba a encontrar porque no tenían que ver con una cuestión de la cabeza. Además tenia una relación con un novio gitano y en ese momento la cabeza me decía una cosa y el corazón me decía otra. Vivía en esa contradicción sin saber a quien escuchar.
La metafísica me ayuda a moverme de donde estoy y a ver más objetivamente las situaciones, fundamentalmente a trabajar y desarrollar mucho mi intuición. Un don que tenemos desde que nacemos, no nos lo enseñan a usar y nos enseñan a abolirlo… si seguís la intuición es como que te miran raro. Creo que en este momento más que nunca tendríamos que estar conectados con nuestra intuición. El mundo esta pasando por un momento de crisis y me parece que nos esta dando la posibilidad de evolucionar para otro lugar. Pero también vivimos en un mundo donde el tiempo nos queda corto, todo tiene otro ritmo y mentalmente hay una necesidad imperiosa de ver el resultado de las cosas sin importar cual es la transición por la que uno pasa para llegar... vivimos preocupándonos en dos tiempos extensibles que están muertos que son el pasado y el futuro. Hay una frase que no recuerdo quien la dijo pero que era: “La construcción de un bello futuro se hace viviendo un bello presente” y por mi parte intento que todos los días de mi vida sean así.

¿Tenés ganas de volver a hacer tele?
La tele siento que este año esta un poquito mejor que el año pasado, hay más ficción. Tuve ofertas de laburo para volver a hacer tele, pero la verdad es que estaba con muchas ganas de estar con mi hijo, jugar con el, conocernos y adaptarnos. Ahora que tiene un año y medio creo que puede ser el momento de volver a entrar en la vorágine de laburar doce horas por día, que es lo que requiere la televisión. Siento que Marco ya tiene su “mini micro vida”, va al jardín, hace sus cositas y tiene como una rutina armada, por eso creo que ahora si podría entrar en el laburo de muchas horas.

http://www.laurazcurra.com.ar

Colaboración: Lula Ponce.-

domingo, 8 de junio de 2008

Joe Fernández: “Para mi es muy romántico armar una canción… significa quererla, cuidarla, mimarla y llevarla de a poco”



Por Marshula Santa Eulalia

Se autodefine como un rockero de ley, pero rompe con todos los estereotipos estandarizados y se muestra como un tipo sensible y simple.
Se destaca por tener un carisma impactante, una presencia distinguida y una actitud desinhibida y arrolladora.
Conquistó el mercado estadounidense con su primer trabajo Formas, un disco original y merecedor de las más excelentes críticas.
A días del lanzamiento de Aire, Joe Fernández nos adelanta su nuevo material y nos habla de su verdadero amor… la música.


Ya esta por salir tu segundo disco… ¿cómo te sentís con este nuevo trabajo?
Estoy en un gran momento. Aire, trae nueve temas y sale ahora en junio por Pop Art que es el sello que también sacó mi primer disco. La compañía me esta apoyando mucho, ya tocamos tres años en el Pepsi Music, este año volvemos a tocar, vamos a presentar el disco en la Trastienda y en julio empezamos una gira por Estados Unidos.

¿Cómo definís este nuevo material?
Es un disco mucho más fresco porque es lo que me pasó entre el 2006, que salió el primer disco y ahora. Son canciones de vivencias de estos años, es más rockero a diferencia del primero que como todo primer disco trae el bagaje de toda tu historia, aprovechas a meter canciones que escribiste a lo largo de tu vida. El disco es un lugar de descarga emotiva de un montón de cosas… escribo mucho en base a situaciones y a cosas que me pasan.

No haces temas por encargue…
¡No! Me cuesta mucho. No comparto eso que por ahí tienen los artistas de decir: “escribí 45 temas, grabamos 20 y quedaron 12”. Esa cosa de hacer temas tipo chorizo no me sale. Yo escribo 12 canciones y son las que van al disco... cada canción es como un vino, hay que esperar, dejarlo macerar, ver como va la botella. Las canciones son iguales, empezas a hacerlas, las dejas, las volves a agarrar y la canción te termina atrapando… esa es la magia de la música. Por ahí estas un día entero tocando la guitarra y decís quiero componer, podes pasar días tocando y no pasa nada, hasta que un día te baja la inspiración y tenes el esqueleto, después es empezar a vestirla, el sombrerito, el zapato, el suéter, te preguntas si le queda bien, si le queda chico o grande… y ahí se va formando la canción. Para mi es muy romántico armar una canción, significa quererla, cuidarla, mimarla y llevarla de a poco. Me genera mucho rechazo escuchar eso de: “teníamos 50 temas y quedaron 12”.

Tu música llegó a hacerse muy popular en Estados Unidos… ¿Cómo lograste eso?
Eso fue por una radio latina de Estados Unidos, el tipo escuchó mis canciones y me pidió que le mande discos de acá, se los mandé. El corte del primer disco se llama “ya no me interesa” y el estribillo dice: “porque ya no me interesa, no te quiero conocer, solo quiero una noche en este hotel…” y la gente hispana, que vive en Estados Unidos, es súper conservadora. Venían escuchando a Ricardo Montaner, Alejandro Lerner… y esa filosofía de: “te amo para toda la vida y quiero estar contigo hasta que la muerte nos separe”… fue muy fuerte que apareciera yo cantando ese tema, para ellos era una locura (risas). De todas formas el tema habla de un pibe que esta cansado de sufrir buscando el amor.

¿Te acordas de como fue tu primer show allá?
El primero fue un acústico en un bar de Nueva Jersey. Había muchos americanos, tocó una banda de Los Ángeles y después subí yo que tengo un ingles muy básico… quise caretearla un poco al principio presentándome en ingles y después empecé a hablar en español. Acá cuando vienen esos artistas te hablan en ingles y no les entendes nada… (Risas) entonces hable en castellano, cante en castellano y fue increíble estar tocando allá. La gente estaba muy enganchada.

Este segundo disco también lo vas a editar allá…
¡Sí! En Los Ángeles apareció un productor que me propuso editarlo allá. Me presenté en un lugar que era un escenario símil película de Tarantino, los mexicanos con tatuajes tumberos jugando al pool y el flaco, desubicado total, me presentó como el Bruce Springsteen argentino… todos miraron como diciendo “a ver boludo como cantas… ¡más vale que la rompas!”, es como si acá viene uno y lo presentan como el Maradona de Portugal… (Risas). Ahí me disfrace de rockero con cara de malo y actitud de “no me importa nada”, salimos a matar y fue genial. Son esas experiencias maravillosas con las que decís: “para eso hago música”.

También pasaste por varias bandas…
Sí, las típicas de la edad. Una duró seis años aproximadamente, se llamó Cien mentiras en homenaje al tema de Sabina. Hacíamos rock, era guitarrista nada más y metía algunos coros. El cantante era un petiso bravo que no me dejaba cantar y me hacia poner en la otra punta del escenario porque decía que por las diferencias de altura quedaba mal.

No quería que le serruches el piso…
¡Claro! En realidad yo quería serrucharle el piso a él pero no me dejaba… (Risas). Es genial haber arrancado a esa edad y saber todo lo que te puede llegar a pasar en un recital… por ejemplo una vez tocamos en un lugar y se nos cayó el escenario. Se levantaban los tablones mientras estábamos tocando, cuando me doy cuenta, voy y piso para nivelar... me quedé media hora parado para que no nos vengamos abajo y en un momento me olvidé, levanto el pie y caímos… ¡fue muy gracioso! (Risas).
Después armé una banda de funk, Mother funker and the sons of the beat… era mas copado el nombre que la banda. Eso hizo que me empiece a copar con hacer mis temas. Me junté con Ezequiel Araujo, productor que laburó con Birabent, Leo García, Intoxicados… le mostré mis canciones y le gustaron mucho. Después le llevé mis temas a Zeta Bosio, los escuchó a todos y me guió un poco… estábamos por cerrar algo con el y apareció Pop Art… Zeta me dijo: “Pop Art es mucho más groso que yo, sacalo con ellos y dale para adelante”… ¡Un divino! Es el día de hoy que lo veo y me dice: “¡yo te descubrí eh!”

¿Empezaste de purrete con la música?
Sí. Un día, en el Renault 12 de mi mamá, escuché un disco de Stevie Ray Vaughan, me mató el sonido de la guitarra y la intensidad con la que tocaba, ahí empecé a estudiar guitarra. Iba a un colegio de curas, al Manuel Belgrano y armé una banda para tocar en las misas, a los curas les pareció copado porque era un colegio solo de hombres y nadie quería saber nada con las misas a las siete y media de la mañana. Con la banda los pibes estaban re copados y era re loco que una banda de rock cantara: “Jesús te seguiré, donde me lleves iré…” ¡era buenísimo! (Risas)… pero duró solo unas cuatro misas porque ya los pibes estaban como locos con el rock and roll a full. Ahí empecé a ver como la gente se transformaba con la música.

Tenes historias increíbles… ¿alguna que te haya pasado hace poco?
Una anécdota muy linda fue hace dos meses en Bolivia. Siempre nos juntamos un par de músicos, actores, humoristas y periodistas a jugar al fútbol, armamos un equipo… están Luciano Pereyra, Diego Torres, Federico D’ Elia, Carna, Matías Camisani, Daniel Tognetti, Luis Majul… ¡somos un montón! Y nos convocaron para ir a jugar un partido a beneficio, jugábamos contra Evo Morales y el seleccionado de Bolivia. Nos anotamos algunos y nos dicen: “hay un 3% de posibilidades de que venga Maradona”... casi morimos, llegamos a Ezeiza, ya diciendo que Maradona no iba a venir ni ahí. Cuando estábamos todos arriba del avión, aparece una combi y baja el gordo ¡No lo podía creer! Paramos en el mismo hotel y jugamos ante 40 mil personas. Hicieron una cena de agasajo, tocó Jaime Torres ¡un grande! Y después el entrenador me dice: “Joe subí y toca algo” yo estaba que me moría… acababa de tocar Jaime Torres… me dio terror, eran 100 flacos y yo con la guitarrita… en la introducción les digo: “bueno yo estoy más acostumbrado a cantarle a las chicas que a los chicos... no quiero propuestas indecentes después de esto” parecía un sketch cómico… empecé a cantar, se empezaron a copar y en un momento lo veo a Diego revoleando la servilleta súper copado! ¡No lo podía creer, fue un momento increíble!

¿Cómo es la relación con tus seguidores?
Tengo un respeto muy importante por la gente que me viene a ver. Cuando voy a tocar a algún lugar, lo primero que hago es ir a ver todo antes para saber que la gente va a estar cómoda. Me gusta empezar puntual, no me va eso de decir: “salgo más tarde porque soy rockero”, ensayo mucho, veo los temas, si toco viernes y sábado trato de no repetir las listas y haya cosas diferentes. Con la gente me empiezan a pasar cosas que me emocionan mucho, el otro día me contaron que una chica que se paró a esperar el 113 con un ipod cantando mis temas ¡eso me mató!.. yo no soy Diego Torres. El año pasado vino una chica a mostrarme un tatuaje con una frase de una de mis canciones, me contó que había pasado por un momento muy difícil en su vida y que la había ayudado mucho escuchar un tema mío ¡Esa es la mejor paga que te da la música! Que cada uno adopte la canción para si mismo y haga de ella lo que quiera… soy un agradecido de la música.

www.joefernandez.com.ar
www.myspace.com/joefmusic


Colaboración: Lula Ponce.-

viernes, 6 de junio de 2008

Emanuel Ntaka: “El publico que tengo ahora es mucho más tranquilo”


Por Marshula Santa Eulalia

Después de integrar su propia banda, saltó a la fama en el 2002 cuando quedó seleccionado en el reality Popstars para formar parte del gupo Mambrú. Cuando el grupo de pop se disolvió, se sumó a Sin semilla, una banda de reggae. Hoy se encuentra a punto de sacar Ébano, su primer disco solista, y como si fuera poco tiene su propia productora discográfica.

¿Cómo surgió la idea de armar tu propia productora?
Terminó Mambrú y empecé a componer... me metí en Sin semilla, una banda de reggae, fuimos de gira y cuando volvimos me puse a trabajar en el disco solista.
Empecé trabajando con una persona que no tenía nada que ver con el medio discográfico y tuvimos algunos conflictos. Trabajando con esta persona, conocí a Daryus Carámbula y con el empezamos a pensar en armar una productora y así fue que empezamos a armarlo de a poco y fue creciendo. Hoy hace un año y medio que existe Tarántula Entertainment y esta muy bueno.
Tenemos nuestros artistas, por ejemplo Paola Morena que es una cantante ecuatoriana, vivía en Miami y estamos haciéndole el disco para lanzarlo allá, también tenemos un grupo de hip hop, un dúo de música símil a Sin Bandera, entre otros.

¿Cómo es trabajar con diferentes artistas?
El trabajo de producción es muy difícil, manejas ansiedades, preocupaciones... la gente viene con sus problemas de afuera y nosotros tratamos de hacer de este lugar un espacio donde la realidad sea ideal y que no haya problemas para que la gente este relajada y asi pueda grabar bien. Es un trabajo complicado del que vas aprendiendo mucho sobre la marcha.

Antes estabas a cargo de una productora que manejaba tu carrera… ahora sos vos el que esta al mando de una y que además de manejar tu propia carrera, manejas la de otros músicos… ¿que diferencias encontras entre ambos extremos?
Nada que ver uno con el otro. Cuando trabajas para una productora tenes cierta calma porque sabes que firmaste un contrato. La productora que manejó a Mambrú te daba mucha tranquilidad y seguridad… sabias que tenias muchas cosas resueltas.
Ahora es muy diferente, acá estamos al tanto de todo, tenemos que llamar a la sala de ensayo, a los músicos, arreglar con la gente del arte, el ingeniero y esas son cosas que cuando no sos independiente sabes que ya están resueltas... pero también es muy bueno porque las cosas van tomando mucho más valor ahora.

¿Cuándo sale tu disco?
Hace dos años y medio que estamos trabajando con el disco. Pero se puede decir que Ébano sale en agosto y hay posibilidad de hacer la presentación en algún lugar importante, todavía no esta súper confirmado pero va a ser una movida interesante. En quince días grabamos un video clip y vamos a hacer algo con unos teléfonos... ¡va a estar bueno!

¿Cómo van a ser las letras?
Cada uno tiene su manual para componer, su forma de inspirarse... en mi caso cuando terminó Mambrú fue un momento de crisis, en ese momento en mi vida terminaron muchas cosas. Por eso cuando escuchen el disco van a ver que todas las letras van a hablar de optimismo, de esperanza a algo que esta cambiando, son las cosas que me están pasando.

¿Qué recuerdos tenes de Mambrú?
Lindos, si me pongo a pensar lo primero que se me cruza por la cabeza son cosas divertidas. Creo que lo aprovechamos bastante bien.
Entendía la movida, el negocio y como era el manejo. Sabía que era un viaje de egresados largo. Mi familia me aguantó mucho con Mambrú me ayudaron a que tenga los pies sobre la tierra y la mente calma siempre. Fue duro cuando empezó y cuando terminó.

¿Siguió la relación con los chicos?
Con algunos más, con otros menos. Antes era vernos todos los días y si no teníamos que hacer nada del grupo, también estábamos juntos. Ahora hablamos muy cada tanto, cuando a alguno se le ocurre levantar el teléfono o si nos cruzamos en el chat.

¿Cómo es el público que tenés ahora?
El publico que tengo ahora es mucho más tranquilo, antes era medio difícil. Quedaron seguidoras de Mambrú que ahora escuchan lo mío pero están mucho más tranquilas a la hora de acercarse.

También te debe pasar que alguno que haya escuchado Mambrú y no le haya gustado, ahora te escuche y te siga…
¡Sí! Por suerte esta pasando eso. La gente se sorprende mucho, esta muy bueno eso. Lo de antes estuvo bueno pero lo de ahora espero que este mejor, son etapas diferentes. Creo que se puede lograr una mejor relación con la gente y eso ahora se esta dando.

¿Estas trabajando con los Auténticos Decadentes?
Con los Decadentes estamos armando demos para mandar afuera. Ellos estuvieron en México, aprovechamos eso para que se llevaran material y empezar a ver que se podía hacer por allá.

¿Proyectos para el futuro?
Tener un estudio más grande, con más gente trabajando en el, girando haciendo música con varios discos encima. Eso seria lo ideal.

domingo, 1 de junio de 2008

Patricio Gimenez: "No busco conquistar nuevos mundos sino encontrar cual es el mio"


Su pasión por la música fue la mayor herencia que le dejó su padre. Rock nacional, ritmos gitanos, bossa nova y jazz son algunos de los estilos musicales por los cuales ha incursionado a lo largo de su nutrida trayectoria. Digno de un reconocimiento internacional ha logrado llevar su música a decenas de países.
Su tercer y ultimo trabajo discográfico es nada menos que Frankly, un distinguido homenaje a Frank Sinatra grabado en vivo junto a su Big band project.
Actualmente protagoniza junto a Nancy Anka en la calle Corrientes la comedia musical No debiera quererte pero te quiero, en el tradicional Resto Cultural El Vesuvio.
Sin más preámbulos, Carajo-Mierda se viste de gala y les presenta a Patricio Giménez (32).


A casi un mes del estreno de No debiera quererte pero te quiero… ¿Cómo te sentís haciendo esta comedia musical?
Muy feliz, por suerte estoy empezando una etapa donde tengo la oportunidad de hacer cosas que me gustan. Esta obra la elegí porque leí el guión y me gustó. El autor, Orlando Campodonico, se inspiró en el tributo a Sinatra que yo hice para adaptarlo a mi personaje, además tengo a Ramiro Allende (piano) y Miguel Ángel Tallarita (trompeta) que son músicos que pertenecen a mi banda también. Me siento muy cómodo.

¿Qué significa Frankly, este homenaje a Sinatra y tercer disco en tu carrera?
Es un disco que siempre soñé. Surgió no desde mi búsqueda, sino que desde un ofrecimiento que me hizo la discográfica que pertenece a Notorious, que es muy respetada en el mundo del jazz, y fue un disco en vivo que hoy no se graba más en vivo... la verdad es que en su momento lo grabé sin darle mucha relevancia y después cuando me senté a escucharlo sentí que teníamos un gran disco y cada vez me entusiasme más. Me enorgullezco mucho de haber hecho un disco en vivo con la orquesta que formé que son todos excelentes músicos. Estoy muy contento.

¿Cómo eran los dos discos anteriores?
Uno fue con canciones que no eran mías, yo era muy chico y aunque sigo agradecido a los productores por haber confiado en mi, la realidad es que no me sentía reflejado con lo que era ese repertorio.
Después tengo un disco que son todas canciones mías. Con ese no tuve que transar con nadie, pero el no transar con nadie también te hace perder la oportunidad de tener difusión o todo el marketing que esto implica. Hoy por suerte me salí de ese rumbo. Entender que las cosas no van bien en el mundo me ayudó porque deje de intentar cambiarlas; entonces ni siquiera es que me acomodo, sino que me salgo por la tangente, me voy a otro lado, busco algo que sea para mí. No busco conquistar nuevos mundos sino encontrar cual es el mío y eso esta mucho mejor. Hablo más que nada del sistema, cuando vos entendes que el sistema es uno y de repente te planteas no entrar en el, no quiere decir ser un marginal mal, sino que podes ser un marginal bien. Porque si la felicidad esta en saber donde buscar ¡esta buenísimo!

El sendero de la música no es nada fácil, te costó mucho llegar hasta acá… ¿qué recuerdos tenes de ese camino?
¡Los mejores! Recuerdo con el mismo cariño los sueños y los derrumbes de esos sueños, mis vivencias, las tristezas, forman parte de mi patrimonio hoy las capitalicé y esta buenísimo. No tengo broncas, hoy miro para atrás y digo: “esta buenísimo que en su momento me haya ido a México y me hayan sido difíciles las cosas, que me agarró el corralito acá y yo allá”… Todo sirvió.

De chico tuviste muchas bandas y durante tu carrera pasaste por muchísimos géneros musicales…
Tuve muchas bandas de chico, iba por el lado de rock solista, me gustaba mucho Fito Páez y esa historia. Mis composiciones iban más para ese lado. Cuando estaba en primero o segundo año, tenía una banda que los músicos iban a cuarto año. Yo era el cantante y el compositor, estamos hablando del ‘89, ‘90... Y hace poco me pasó algo que me sorprendió muchísimo, cuando forme la banda y teníamos que hacer un par de primeros ensayos para ver que las partituras estuvieran bien, entro en una sala de ensayo de Humboldt y Santa Fe y se escuchaba un tema que venia desde otra de las salas…y digo: “¡esta canción la conozco!”, me acuerdo y abro la puerta así como: “¿Who is this?” (Risas) y estaban tocando una canción que yo compuse a los 15 años la misma banda de amigos que cada uno ahora es abogado, arquitecto, ingeniero… pero seguían tocando y me morí de amor. Fue así como un orgullo que decís no puede ser 15 años después, fue maravilloso.

Has compuesto miles de temas… hasta gitanos... ¿de donde sale esa inspiración?
Sí, de hecho en uno de los discos tengo un par de temas tanos. Cuando me fui a México al no poder llevarme un piano me lleve la guitarra, entonces empecé a tocar la guitarra y me salían medio rancheras, después empecé con lo flamenco, grabe y dije: “¿y ahora quien canta este demo?” y no tenia a nadie… entonces dije: “bueno, lo canto yo”, ahí me empezó a salir el lado gitano de adentro ¡y me encantó! De hecho mi tema favorito del disco Sangre de mi alma es El perdón que es un tema muy gitano. Me hice muy amigo de ese tipo de música y hasta me compré un cajón flamenco que toco todos los días. Y si hablamos del momento de componer, me inspira más el dolor, el desamor o la ausencia que la felicidad… por ahí porque yo me acerqué al piano cuando mi papá murió, fue una manera de conectarme, no se, la ausencia me conecta más con componer como catarsis. Cuando soy feliz voy, me tomo un tequila y salgo con mis amigos en vez de sentarme a escribir sobre la felicidad (risas) valoro a los que lo hacen, lo puedo componer por oficio pero los temas hechos de corazón los hago en cinco o diez minutos y son tristes.

¿Planes para un próximo disco?
No se, tengo varios proyectos, tengo uno de new jazz, con la orquesta esta pero con otro tipo de música adaptada y sigo teniendo composiciones mías, la verdad lo que en el momento que se plantee y se dé, todavía no me quiero limitar a pensar.


En otro orden de ideas… te volviste hinduista… ¿qué cambios produjo esa elección en tu vida?
Seria más panteísta. El hinduismo es muy difícil de catalogar, tiene varias vertientes, es muy ecléctico, pero en si todos te dicen lo mismo. Me sirvió para estar en mi armonía, en mi en mi eje, dejar de chocar con las cosas, vos no sabes si es que te dejas llevar o llevas a las cosas pero de repente todo encaja y todo se da en el momento en que se tiene que dar, estas como en una sincronía de la que después te sentís afortunado porque estas viviendo en una cosa que es lo que vos vas soñando, generando, deseando o aceptando.

¿Sentís que tu realización en esta vida pasa por la música o tiene más que ver con la idea de formar una familia?
Mi máxima aspiración en la vida es ser feliz. Eso implica ser un ser completo y realizado. Los sueños y las metas cambian como me han cambiado a lo largo de la vida. De chiquito tenia como meta tener un skate y hoy no, entonces es bueno saber que uno va cambiando y sin dudas ¡sí! cada vez se plantea más en mi cabeza el tener mi familia… tengo un ideal así como de una familia Ingalls. Y vamos empezando a ir para ese lado.

¿Vas a estar en las comedias musicales de Show Match este año?
No, me habían ofrecido comedias y bailando y no acepté bailando. Es una de las cosas que no me iba a hacer feliz y estoy contento de no haber aceptado. Mucha gente dirá que es una re oportunidad pero no, las oportunidades son para lo que vos consideres. Cuando veo bailando me siento contento de no haber estado porque no me parece que tenga el perfil donde yo pueda explotar mis cosas, ni siento que me beneficie demasiado… creo que la exposición por exposición no va. El tema de las comedias musicales no se si seguirá siendo como era, parecía interesante pero a lo mejor se popularizó y cambiaron las cosas. Hace tiempo que no hablo pero hoy por hoy puedo decir que no voy a estar en comedias musicales tampoco.